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- Un informe de InSight Crime revela un aumento de violencia en la entidad debido a conflictos entre grupos criminales por controlar esta actividad ilícita
Ciudad de México, 26 de febrero de 2024.- Un informe de InSight Crime, realizado por Sara Garcia y Daniela Valle, destaca la situación de violencia en Guerrero, México, atribuida a la lucha entre diversos grupos criminales por el dominio de actividades de extorsión en este estado sureño. La investigación señala que, desde inicios de 2024, municipios como Taxco de Alarcón y Chilpancingo han registrado un notable incremento en los asesinatos, especialmente dirigidos hacia conductores de servicios públicos.
En Chilpancingo, seis taxistas perdieron la vida durante el primer fin de semana de febrero, provocando la suspensión temporal del transporte público. Este evento siguió a otros incidentes similares en Acapulco y Taxco de Alarcón, donde el asesinato de transportistas desencadenó paros en protesta por la falta de seguridad. Estos actos de violencia subrayan la intensa disputa territorial entre organizaciones como la Familia Michoacana, los Tlacos y los Ardillos, que buscan controlar áreas estratégicas para la extorsión.
El estado de Guerrero, con una larga historia de cultivos ilícitos y como ruta del narcotráfico hacia Estados Unidos, ofrece un terreno fértil para diversas economías criminales. Además, su posición geográfica incluye puntos críticos como el puerto de Acapulco, esencial para el tráfico de cocaína. La fragmentación del crimen organizado, con alrededor de 40 células delictivas identificadas por International Crisis Group, complica aún más el panorama de seguridad en la región.
La investigación de InSight Crime también aborda cómo la extorsión ha sobrepasado al narcotráfico como principal fuente de ingresos para estos grupos, afectando a sectores como el transporte público, el comercio minorista y la industria turística. Este sistema de extorsión permite a los criminales ejercer un tipo de gobernanza en las áreas bajo su control, imponiendo tarifas y regulaciones que afectan directamente la economía local y la seguridad de sus habitantes.
Además, el informe señala la complicidad entre el crimen organizado y las autoridades estatales, lo que permite a estos grupos operar con impunidad. Ejemplos de esta colusión incluyen la participación de miembros de las fuerzas de seguridad en actos criminales y el evidente vínculo político, como se demostró en encuentros entre líderes criminales y funcionarios públicos.
La violencia en Guerrero, según InSight Crime, no solo refleja la lucha por el control territorial entre grupos rivales sino también la profunda corrupción y la debilidad institucional que facilitan la expansión de estas redes criminales. Con las próximas elecciones locales, se anticipa que la lucha por el poder político pueda intensificar aún más el conflicto y la inseguridad en la región.
