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Ajalpan, Puebla.– Entre dolor y exigencias de justicia, familiares, amigos y compañeros despidieron este viernes a Stephany Carmona Rojas, la joven integrante de la Guardia Nacional (GN) de 20 años que fue asesinada dentro del 51.º Batallón con sede en Acapulco, Guerrero. El cuerpo de la agente fue encontrado el 14 de octubre con dos impactos de arma de fuego en la cabeza, en circunstancias aún no esclarecidas.
El funeral se realizó en la iglesia de San Juan Bautista, en Ajalpan, Puebla, donde decenas de personas acudieron con pancartas y velas para exigir el esclarecimiento del crimen. Posteriormente, el cuerpo fue sepultado en el panteón municipal, mientras un grupo de elementos de la Guardia Nacional montó una guardia de honor en su memoria.
La familia de Carmona Rojas ha rechazado la versión oficial que sugiere un accidente durante una práctica de tiro, pues los peritajes revelaron inconsistencias en esa hipótesis. La madre de la víctima denunció que el presunto responsable, identificado como el sargento segundo Yair Manuel Ramírez de la Cruz, escapó del cuartel tras los hechos, sin que el personal militar lo detuviera.
Hasta el momento, ni la Guardia Nacional ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han emitido un pronunciamiento sobre el caso. La Fiscalía General del Estado de Guerrero confirmó que la carpeta de investigación se mantiene abierta bajo el protocolo de feminicidio y que se continúa la búsqueda del principal sospechoso.
Compañeras de la joven revelaron que semanas antes del crimen había denunciado acoso sexual y hostigamiento laboral dentro de su unidad, sin recibir respuesta institucional. Colectivos feministas y organizaciones civiles han exigido que la investigación se realice con perspectiva de género y que se garantice transparencia, sin interferencia de mandos militares.
Durante el sepelio, familiares y vecinos reiteraron su llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum y a las autoridades federales para que asuman responsabilidad en el caso. “No queremos más silencio ni encubrimiento”, expresó uno de los asistentes.
El asesinato de Stephany Carmona ha reavivado el debate sobre la violencia de género dentro de las fuerzas armadas, donde en los últimos años se han documentado denuncias por acoso y agresiones sin seguimiento judicial.