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La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, encabezó la entrega de 1,300 Tarjetas Violeta a jefas de familia en Acapulco, marcando un paso adelante en el compromiso gubernamental con la transformación y el empoderamiento de las mujeres en la región.
La iniciativa, que forma parte del Protocolo Violeta, busca ofrecer un apoyo integral que incluye beneficios económicos, psicológicos y educativos.
El evento tuvo lugar en la Unidad Deportiva Acapulco (UDA), donde Salgado Pineda, acompañada del Secretario del Bienestar, Pablo André Gordillo Oliveros, destacó la colaboración entre diversas dependencias gubernamentales para fortalecer el bienestar de las mujeres.
"El objetivo es pasar a la historia como un gobierno que realmente transformó la vida de las mujeres en Guerrero", afirmó Salgado Pineda.
Las beneficiarias, provenientes de diversas colonias y comunidades como Kilómetro 30 y Paso Limonero, recibirán un apoyo económico bimestral y la oportunidad de completar su educación básica a través del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG). Además, se les proporcionará capacitación para el empleo a través del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Guerrero (ICATEGRO).
Este programa, que inicialmente involucra una inversión de 19 millones de pesos, no solo se limita a Acapulco, sino que también se implementará en Chilpancingo, Iguala, Malinaltepec y Cochoapa el Grande, con planes de expansión a todos los municipios del estado.
Durante la ceremonia, la gobernadora hizo hincapié en la importancia de la autocuidado y la superación personal, animando a las beneficiarias a aprovechar las oportunidades brindadas por el programa. "Ustedes tienen la fuerza y la voluntad; nosotros solo estamos aquí para apoyar ese esfuerzo", concluyó.
Pablo Gordillo, por su parte, explicó el proceso de desarrollo del programa y cómo este enfoca en el mejoramiento de la calidad de vida a través de la atención a la salud mental, la educación y la capacitación profesional. Aseguró que se hará un seguimiento continuo a través de un carnet que permitirá evaluar el progreso y el impacto del programa en la vida de las beneficiarias.
