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Washington.- El Departamento de Guerra de Estados Unidos ejecutó un nuevo ataque contra una lancha rápida en aguas del Caribe, presuntamente dedicada al tráfico de narcóticos, acción que terminó con la muerte de sus cuatro ocupantes. Este operativo se suma a la creciente ofensiva militar impulsada por Washington bajo la Operación Lanza del Sur, anunciada recientemente por el secretario de Guerra, Pete Hegseth.
El ataque fue revelado por medios estadounidenses como The New York Times y The Atlantic, que citan a funcionarios del Pentágono bajo anonimato por temor a represalias del gobierno de Donald Trump. Ni el Departamento de Guerra, ni la Casa Blanca, ni el propio Hegseth han desmentido los reportes.
Desde el 2 de septiembre, el Comando Sur ha destruido 20 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico bajo el argumento de que transportaban drogas, acciones que ya acumulan al menos 80 ejecuciones extrajudiciales, según recuentos periodísticos. Las autoridades estadounidenses no han presentado evidencia pública que respalde las acusaciones contra los tripulantes abatidos.
La ofensiva militar ocurre mientras el gobierno de Trump endurece su postura en el Caribe, particularmente hacia Venezuela. Hegseth anunció la Operación Lanza del Sur en un mensaje reciente en la plataforma X, afirmando que la misión busca “defender la seguridad nacional, expulsar a los narcoterroristas del hemisferio y proteger a Estados Unidos de las drogas que están matando a nuestra gente”.
Aunque Hegseth no detalló el alcance del operativo, el nombre parece englobar el notable despliegue militar que Estados Unidos mantiene frente a las costas venezolanas. En días recientes, el portaaviones USS Gerald Ford, el más grande del país, llegó al sur del Caribe para integrarse a un contingente de destructores y buques anfibios presentes desde agosto.
Washington insiste en que las embarcaciones destruidas transportaban fentanilo y otros narcóticos hacia Estados Unidos. Las operaciones militares, sin embargo, han provocado un creciente escrutinio internacional por la falta de transparencia y por las ejecuciones sumarias de sus ocupantes.
El nuevo ataque también coincide con la revelación de un acuerdo entre la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el gobierno de Trump para coordinar la intercepción marítima del tráfico de drogas.
“Es el primer acuerdo: que la Secretaría de Marina siga trabajando con información proveniente de agencias estadounidenses o del Comando Sur, para que sea la Marina mexicana quien intercepte estas embarcaciones”, afirmó Sheinbaum este jueves.
En su mensaje oficial, Hegseth sostuvo que el Departamento de Guerra está ejecutando la orden presidencial de ampliar la ofensiva en el hemisferio:
“El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y lo vamos a proteger”.
