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Estas son las frases más polémicas de AMLO en su nuevo libro 'Grandeza'

El expresidente sostiene que la Conquista fue un proceso de crueldad extrema equiparable a crímenes de lesa humanidad y rechaza la existencia documentada de sacrificios humanos en Mesoamérica

El expresidente Andrés Manuel López Obrador

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Ciudad de México.- El expresidente Andrés Manuel López Obrador reapareció públicamente con el lanzamiento de su nuevo libro Grandeza, obra en la que expone una revisión histórica centrada en los pueblos originarios y que, desde su primer anuncio, generó debate nacional debido a sus juicios sobre la Conquista, el colonialismo europeo, el racismo, la desigualdad global y la actuación de instituciones internacionales. El libro, difundido por el exmandatario a través de un video publicado en sus redes sociales el 30 de noviembre de 2025, se presenta como un intento de “reivindicar a la civilización negada”, evocando al antropólogo Guillermo Bonfil Batalla. López Obrador afirmó que busca recuperar conocimientos, valores, costumbres y tradiciones del México antiguo, y atribuye a ese legado la permanencia de México como una “potencia cultural en el mundo”.

Grandeza es la publicación número 21 en la trayectoria editorial del exmandatario, quien se retiró de la vida política al concluir su administración federal en 2024, dejando la Presidencia en manos de Claudia Sheinbaum. Los temas abordados muestran continuidad con su discurso histórico sostenido durante su gestión, aunque en esta obra el exmandatario intensifica sus críticas hacia la narrativa tradicional de la Conquista y hacia instituciones globales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su publicación previa, ¡Gracias! (2024), fue un recuento de su carrera hasta 2023 y estuvo dirigida a aspirantes a la vida pública, a quienes describió la política como un oficio “humano y limpio”.

En Grandeza, López Obrador enumera argumentos que califican como errónea la interpretación europea sobre los pueblos indígenas antes de la invasión española. En esa línea, formula acusaciones directas contra conquistadores, cronistas, autoridades coloniales e incluso autores europeos de siglos posteriores. Una de las declaraciones centrales del libro es que “la leyenda negra sobre sacrificios humanos nadie la vio y no se sostiene con ninguna prueba documental auténtica”, frase con la que cuestiona la existencia misma de tales prácticas en la magnitud tradicionalmente descrita. En la misma sección sostiene que la transmisión de este relato fue “una malvada calumnia” reproducida, incluso, por historiadores mexicanos.

El exmandatario señala que escribió el libro para “enderezar entuertos”, una expresión que utiliza para definir su propósito de corregir lo que considera tergiversaciones históricas sobre los pueblos originarios. Entre ellas menciona su interpretación de los contactos entre españoles y chontales, a quienes —asegura— Cortés y sus hombres “extorsionaron”. También argumenta que el conquistador “inventó los sacrificios humanos para vincularse con el alto clero y justificar la campaña evangelizadora”, colocando como pieza clave la Primera Carta de Relación y la manera en que su autor habría buscado el respaldo político y religioso de la Corona.

En diversos apartados, López Obrador califica la invasión española como un acto de “extrema crueldad y salvajismo”, que “no dejó nada bueno, o casi nada”, y cita textos indígenas como el Chilam Balam para señalar que los recién llegados “enseñaron el miedo” y “marchitaron las flores”. Estas expresiones son presentadas como síntesis del impacto cultural de la Conquista en los pueblos originarios.

El libro retoma además debates historiográficos sobre racismo y colonialismo. López Obrador afirma que “el racismo como ideología se originó en Europa” y atribuye a Charles Darwin “desprecio por los pobres y los inferiores”, señalando que el científico habría evitado profundizar en conclusiones sobre el origen del color de la piel debido a presiones sociales. También sostiene que Europa “construyó un imperio clasista y racista que condicionó la ciencia”, vinculando estas críticas con conceptos actuales de discriminación estructural.

En sus análisis sobre desigualdad, el exmandatario afirma que “los hombres son trabajadores y buenos por naturaleza; el problema es la monstruosa desigualdad”, y acusa a la acumulación global de riqueza de ser una causa directa de decadencia contemporánea. También sostiene que “el principal problema del planeta es la corrupción en todas sus dimensiones”, frase que retoma de su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En ese mismo apartado afirma que el organismo internacional “nunca en su historia ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres”.

López Obrador dedica varias páginas a la figura de Hernán Cortés, a quien describe como “un consumado perverso, capaz de traicionar y exterminar sin escrúpulos”, y retoma el debate histórico en torno a Moctezuma, sobre quien sostiene que “mostraba extrema inexperiencia política”. Para este tema cita tanto fuentes indígenas como interpretaciones posteriores que contraponen la figura del tlatoani ante la estrategia militar y política del conquistador. El libro retoma también el debate entre Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda, resaltando frases del último como muestra de la visión de inferioridad que —afirma— prevalecía entre autoridades y teólogos europeos del siglo XVI.

En el capítulo dedicado a la vida comunitaria indígena, López Obrador argumenta que formas de organización como el tequio fueron “incomprensibles para los colonizadores” acostumbrados a la lógica del trabajo asalariado. También añade que la visión española reducía el trabajo colectivo indígena a la idea de que “cuarenta indios hacían lo que podían hacer dos”, frase que considera muestra del desprecio hacia la organización comunitaria.

El texto también examina la estructura legal del colonialismo, afirmando que este se sustentaba en el “poder absoluto del monarca para ocupar tierras y someter pueblos”, reforzado mediante bulas papales y justificaciones teológicas. También menciona que, en su momento, Cortés y Colón fueron convertidos en “chivos expiatorios”, al considerarlos responsables de excesos que, según López Obrador, respondían a órdenes y objetivos imperiales más amplios.

Entre las descripciones más contundentes, el exmandatario alude a testimonios sobre “crueldades inauditas” de los conquistadores, como mutilaciones y castigos ejemplares, que —explica— se justificaban comparándolos con episodios del Antiguo Testamento. En esa misma línea, el libro afirma que la invasión puede “equipararse a un exterminio o crimen de lesa humanidad”, argumentando que sus características coinciden con definiciones modernas de genocidio.

El libro también incluye reflexiones sobre ética y política. Entre ellas afirma que “el mal solo puede enfrentarse haciendo el bien” y sostiene que “quienes nacen pobres no deben aceptar morir pobres”, vinculando estas ideas a la necesidad de combatir desigualdades estructurales. También sostiene que los conquistadores “no trajeron desarrollo ni bienestar”, al considerar que las consecuencias económicas y sociales de la invasión resultaron negativas para los pueblos indígenas y persistieron durante siglos.

Al presentar la obra, López Obrador afirma que su intención es ampliar el debate sobre los procesos históricos que definieron la identidad y la estructura social de México. El libro se inscribe en una serie de publicaciones que incluyen títulos como Hacia una economía moral (2019), A la mitad del camino (2021), 2018: La salida (2017), El poder en el trópico (2015), La mafia nos robó la Presidencia (2007) y Entre la historia y la esperanza (1995), todos centrados en análisis políticos, históricos o autobiográficos. Su obra más reciente antes de Grandeza, ¡Gracias! (2024), fue descrita por el propio autor como un testimonio dirigido a quienes buscan participar en la vida pública.

La publicación de Grandeza ocurre en un contexto donde López Obrador ha mantenido distancia formal de la política desde su retiro en 2024, aunque continúa influyendo en la discusión pública.

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