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Washington D.C. - La Casa Blanca elevó el tono de su ofensiva militar contra el narcotráfico al confirmar hoy, a través del secretario de Guerra, Pete Hegseth, la destrucción de otra embarcación en el mar Caribe. El objetivo, según el Departamento de Guerra, era una lancha operada por el “Tren de Aragua” (TdA), una banda a la que el gobierno estadounidense califica como “Organización Terrorista Designada (DTO)”.
El ataque, llevado a cabo "durante la noche por orden del presidente (Donald) Trump", resultó en la muerte de seis personas, calificadas de "narcoterroristas". Hegseth fue enfático en la justificación de la acción militar: “Llevamos a cabo un ataque cinético letal contra una embarcación... que traficaba narcóticos en el mar Caribe”.
El avance inminente: "la tierra será lo siguiente"
Sin embargo, el foco noticioso se desplaza de las aguas al terreno. Los ataques navales, que han dejado múltiples víctimas mortales en el Caribe y el Pacífico, son solo el preámbulo de una escalada militar de mayor envergadura.
El presidente Trump, reforzando la línea dura de su Administración, confirmó la intención de llevar la campaña al terreno: “La tierra será lo siguiente”.
El mandatario advirtió que el tráfico de drogas, al verse obstaculizado en el mar, buscaría ahora rutas terrestres. En ese escenario, Trump prometió que las Fuerzas Armadas estadounidenses atacarían "muy duro".
“Vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país”, declaró sin ambages, indicando una ampliación de la campaña sobre el terreno que, aunque no especificó dónde, implica un giro decisivo en la política antidrogas. El secretario Hegseth ratificó esta amenaza, asegurando que su mensaje a las organizaciones criminales es de persecución total: “Los trataremos como hemos tratado a Al Qaeda. Los encontraremos. Mapearemos sus redes. Los perseguiremos y los eliminaremos”.
El anuncio del último ataque letal en el Caribe no solo subraya la intensidad de la ofensiva naval en curso, sino que funciona como el telón de fondo para la inminente y temida expansión de las operaciones militares estadounidenses a territorio terrestre.