Table of Contents
La espiral de violencia entre Irán e Israel ha dejado, hasta la madrugada de este sábado 14 de junio, al menos 79 muertos y más de 360 heridos en una cadena de ataques y contraataques sin precedentes, que marcan uno de los episodios más críticos del conflicto en Medio Oriente en las últimas décadas. La situación en ambas naciones es descrita por testigos como de guerra abierta, con sirenas antiaéreas, explosiones, destrucción urbana y temor generalizado entre civiles.
Según informó la representación iraní ante la ONU, al menos 78 personas han muerto y más de 320 han resultado heridas en Irán tras los bombardeos israelíes ejecutados en la madrugada del viernes, los cuales apuntaron a instalaciones militares y nucleares clave, incluidos dos aeródromos estratégicos: la base aérea de Hamadan y el sitio de misiles Tabriz, que el ejército israelí asegura haber "desmantelado". Entre los fallecidos se encuentran varios altos mandos militares, aunque las autoridades iraníes aún no han ofrecido una lista completa de nombres.
En respuesta, Irán ha lanzado múltiples oleadas de misiles hacia el territorio israelí, alcanzando zonas como Tel Aviv, Ramat Gan y Jerusalén. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa israelí, algunos lograron impactar áreas residenciales, dejando al menos una mujer muerta y más de 40 personas heridas, según confirmó el embajador israelí en Estados Unidos, Yechiel Leiter. Siete heridos fueron ingresados en el Hospital Ichilov de Tel Aviv, y se reportan daños materiales significativos en varios edificios de vivienda.
Uno de los residentes de Tel Aviv relató a CNN el momento del impacto en su edificio: "Vimos todo el apartamento destrozado. No hay electricidad, hay gente atrapada en sus departamentos". La escena es similar en diversas zonas del país, con ciudadanos refugiados en búnkeres y estructuras improvisadas mientras las alarmas siguen sonando.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, permanece junto con el ministro de Defensa, Israel Katz, en un búnker militar subterráneo, desde donde se coordina la respuesta a los ataques iraníes. Netanyahu declaró que "más está por venir", dejando claro que la ofensiva israelí no ha concluido. Por su parte, Irán ha advertido que su "respuesta aplastante" continuará, y que cualquier país que ayude a Israel será considerado un blanco legítimo, incluyendo bases militares estadounidenses en la región.
La noche del viernes al sábado fue testigo de más de 150 misiles disparados desde Irán hacia Israel, según fuentes israelíes. Algunos de ellos fueron captados en transmisiones en vivo, mientras se elevaban en el cielo nocturno sobre Jerusalén y Tel Aviv. Una grabación de CNN mostró a uno de sus reporteros junto a un misil humeante en una carretera del sur israelí, segundos después de ser derribado por las defensas aéreas.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación. En una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, China condenó la "violación de la soberanía de Irán" por parte de Israel y pidió el cese inmediato de las hostilidades. "Estamos profundamente preocupados por las consecuencias de estos ataques y llamamos a todas las partes a optar por la diplomacia", dijo Fu Cong, embajador de China ante la ONU.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su apoyo a Israel y exigió a Irán volver a la mesa de negociaciones nucleares “antes de que no quede nada”. En las últimas horas, fuentes de defensa han confirmado que tanto EE.UU. como otros países aliados participaron en la intercepción de misiles iraníes sobre Israel.
A pesar de los llamados al diálogo, la escalada no muestra señales de detenerse. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han asegurado que continuarán sus operaciones hasta "neutralizar completamente" la infraestructura nuclear iraní. El embajador israelí ante la ONU afirmó que la operación era "un acto de preservación nacional", señalando que Israel contaba con inteligencia que revelaba planes de ataque "inminentes" coordinados por Irán, Hezbolá y Hamas.
En Irán, además de las víctimas humanas, se reportaron explosiones en varias zonas de Teherán, incluyendo un incendio en el aeropuerto internacional Mehrabad, y se activaron sistemas antiaéreos en múltiples provincias.