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Socorro Gil Guzmán relató públicamente la desaparición forzada de su hijo Jhonatan Guadalupe Romero Gil, ocurrida el 5 de diciembre de 2018 en Acapulco, durante un evento en la Facultad de Derecho de la UAGro. Según su testimonio, agentes de la policía municipal habrían sido los responsables de la desaparición, hecho que ha permanecido en la impunidad durante más de seis años.
Jhonatan, egresado de la carrera de Derecho de la UAGro, fue detenido junto con su amigo Ignacio Rojas Montedioca, quien apareció muerto al día siguiente con signos de tortura. Las investigaciones revelaron un video donde policías municipales aparecían arrojando el cuerpo de Rojas en la zona trasera de un establecimiento comercial en la avenida Costera.
"Encontramos un video donde claramente los policías arrojaban el cuerpo de Carlos [Ignacio]. Para nosotros fue algo que nos dio esperanza de que pronto encarcelarían a los responsables y encontraríamos a Jhonatan", declaró Gil durante su intervención. Sin embargo, la carpeta de investigación desapareció de las autoridades, junto con todas las pruebas recolectadas.
La búsqueda de justicia llevó a Gil y a su hija Nadia a sufrir amenazas y persecución por parte de autoridades. "Nos dieron 24 horas para abandonar Acapulco. Tuvimos que huir como si nosotras hubiéramos cometido un delito", relató. Durante tres años, ambas vivieron desplazadas, alternando entre la Ciudad de México y Guerrero para continuar con la búsqueda de Jhonatan en la clandestinidad.
Al regresar a Acapulco, Gil descubrió que el expediente de su hijo había sido vaciado: "No había cómo probar lo que decíamos, aunque habíamos identificado a los policías y la patrulla involucrada". La Fiscalía no avanzó en las investigaciones, y los presuntos responsables continúan en libertad.
En 2022, Gil cofundó la Colectiva Memoria, Verdad y Justicia, que realiza búsquedas en campo, cárceles y albergues, además de organizar exposiciones mensuales de fotografías de desaparecidos en el zócalo de Acapulco y Chilpancingo. "Hemos encontrado 17 cuerpos en fosas, pero mi hijo sigue sin aparecer", señaló.
Gil hizo un enérgico reclamo a las autoridades: "No es falta de educación, es falta de seguridad. Los policías debieron llevar a mi hijo a prisión si tenía alguna culpa, no desaparecerlo". Asimismo, pidió a la ciudadanía no normalizar las desapariciones: "Cuando vean fotos de desaparecidos en las calles, no las arranquen. Tomen una foto y compártanla. Hay más de 127,000 personas desaparecidas en México".