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Por Edarty Ramirez
Acapulco, Guerrero. — Representantes del sector hotelero, restaurantero y empresarial de Acapulco manifestaron su respaldo al proyecto MarinaBús, al considerarlo una obra estratégica para la movilidad y recuperación turística del puerto, y llamaron a resolver mediante el diálogo el conflicto que, hasta ese momento, mantenía bloqueado el muelle de Puerto Marqués.
Durante la conferencia encabezada por Francisco Aguilar Ordóñez, presidente de la Asociación de Hoteleros y Restauranteros del Acapulco Tradicional (AHRAT), los empresarios coincidieron en que el MarinaBús representa “una inversión de gran impacto para el destino”, pues fortalecerá la conectividad marítima y dinamizará la economía local tras los efectos de los huracanes Otis y John.
Aguilar Ordóñez destacó que el sistema de transporte acuático “beneficiará directamente a los comerciantes y prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués” al atraer más visitantes a la zona. “No se vale decir que los va a perjudicar; al contrario, va a incrementar sus ventas. Es un atractivo que impulsa a todo Acapulco”, señaló.
Por su parte, Margarita Nájera, presidenta del Grupo AACA, exhortó a los sectores inconformes a “no cerrar la mente” y ver en el proyecto una oportunidad de desarrollo económico. “Donde hay movimiento, hay economía. Puerto Marqués debe aprovechar este impulso”, afirmó.
El presidente de la Canirac, Enrique Castro, pidió privilegiar el diálogo y evitar acciones que perjudiquen la imagen del destino. “Los bloqueos generan una mala percepción y afectan a toda la cadena turística. Acapulco necesita unidad para salir adelante”, dijo.
Otros asistentes, entre ellos María Elena Estrada, Gabriela Caballos —en representación de Affet— y Mauricio Bretón, de la Asociación de Hoteles, coincidieron en que el MarinaBús debe verse como parte de la modernización y reactivación integral del puerto.
Horas después de esta reunión, las autoridades y representantes de Puerto Marqués alcanzaron acuerdos que permitieron la liberación del muelle y el reinicio de operaciones del sistema de transporte marítimo, marcando un paso más en el proceso de reconstrucción económica de Acapulco.