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En la historia solo dos nominados al Premio Nobel de la Paz habían causado tanto miedo y caos en el mundo (aunque la nominación de Hitler fue retirada) veremos qué sucede con la de Donald Trump.
En la guerra cognitiva, los significados han sido secuestrados, y esto marcará al siglo XXI, por eso es importante estar bien informados. A solo seis meses de asumir su cargo como presidente de Estados Unidos (EU), el criminal convicto ya acumula medallas nefastas: encubrir un genocidio, sabotear mercados y la estabilidad cambiaria mundial, secuestrar sistemáticamente a migrantes o ciudadanos por el color de su piel. Este “pacifista sui géneris” se perfila como el líder más belicista que la historia moderna haya conocido.
En su lista de logros oscuros también figura el ataque a sus socios comerciales, por el momento a través de tarifas y medios propagandistas, reafirmando que Estados Unidos no tiene aliados, sino intereses. México, en este sentido, queda especialmente vulnerable. El gobierno de EU ha calificado a nuestro país como “enemigo”, ha militarizado la frontera: hoy, fuerzas armadas listas para la guerra (tanques, radares, equipo táctico) apuntan hacia nuestro territorio.
La retórica cobra relevancia, ante la adopción de técnicas sionistas de militarización territorial (en este caso la frontera) para criminalizar migrantes y amenazar con la intervención. Basta recordar la mentira en la que se escudan los sionistas: el "derecho a la defensa" y que han utilizado para perpetrar el genocidio. En nuestro caso el argumento del narcotráfico es el pretexto perfecto para justificar el supuesto "derecho a la defensa" estadounidense.
Sin caer en puritanismos nacionalistas, es cierto que México enfrenta un grave problema de crimen organizado en ciertas zonas y se trabaja para combatirlo, pero la corrupción y el dinero que está implícito dificulta la labor. Este fenómeno no es unilateral, para entenderlo en su justa dimensión, debe incluirse al vecino del norte: EU le vende armas a grupos criminales, las mafias estadounidenses distribuyen droga en sus propias calles, su industria armamentista y financiera se nutre del dinero ilícito y, por si fuera poco, también se asocian con “terroristas”, para fines geopolíticos coercitivos.
Las posturas hipócritas son insostenibles cuando su sociedad enferma muere en las calles intentando llenar sus vacíos con fármacos; y su gobierno no los asiste en lo más mínimo. El necrocapitalismo que practican los discrimina; el fin es el capital a toda costa, no les importan sus jóvenes, a quienes despojan de derechos, como el de la salud pública, mientras sus medios propagandistas consolidan narrativas bélicas, señalando injustamente hacia el exterior; los vulnerables no están en su agenda informativa, solo sirven como pretexto.
En México, mientras tanto, se celebró una gala de conspiradores atlantistas. El agente desestabilizador disfrazado de embajador, Ronald Johnson, fue recibido por la élite conservadora-libertaria, con el aval de Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico, (equivalente al lobby sionista AIPAC en EU) son injerencistas que buscan controlar al país.
Esto podría sonar a "teoría conspirativa", podría ser también un mal guion de película palomera, pero tristemente es la realidad. Hace seis meses, muchos eventos que han pasado en el mundo se consideraban imposibles, y ahora se puede ver claramente que la realidad ha superado a la ficción por mucho. El hecho de que, Trump, “el pacifista”, este nominado al Premio Nobel de la Paz, además nominado por el genocida Benjamín Netanyahu es un ejemplo contundente de esto.
Y hablando de cosas que permanecían ocultas, el caso de los 74 mil millones de pesos en impuestos evadidos por el organizador de la gala golpista, el misógino Ricardo Salinas Pliego, ha salido a la luz, y este tipejo prefiere que nos invadan antes que pagar. Son traidores a la patria, ellos son el enemigo real, debemos señalarlos y combatirlos. Hay que estar alerta, el pensamiento anquilosado reforzado por el adormecimiento mediático no debe prevalecer. Como siempre, lo invito a reflexionar.