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Un equipo internacional de científicos, con participación de investigadores alemanes y británicos, ha identificado una nueva especie de cocodrilo marino, bautizado como Enalioetes schroederi, que habitó los mares someros que cubrían gran parte de Alemania durante el periodo Cretácico, hace aproximadamente 135 millones de años.
El Enalioetes schroederi pertenecía a la familia Metriorhynchidae, conocida por su adaptación a la vida marina con un diseño corporal similar al de los delfines, incluyendo piel lisa sin escamas, aletas y una aleta caudal.
Esta familia se alimentaba de una variedad de presas como calamares y peces, aunque algunas especies poseían dientes grandes y serrados, indicativos de una dieta que también incluía otros reptiles marinos.
La especie fue identificada gracias a un cráneo tridimensional perfectamente preservado, descubierto originalmente hace más de cien años por D. Hapke, un arquitecto del gobierno alemán, en una cantera cerca de Hannover.
Este fósil es especialmente significativo ya que es uno de los pocos cráneos tridimensionales de metriorrínquidos del Cretácico conocidos, permitiendo un estudio detallado de su anatomía interna, incluyendo las cavidades internas y los oídos internos.
Sven Sachs, del Naturkunde-Museum Bielefeld y líder del proyecto, destacó la importancia del hallazgo, señalando que la excepcional preservación del cráneo permitió realizar tomografías computarizadas que revelaron detalles íntimos de la estructura interna del animal.
Por su parte, el Dr. Mark Young, de la Escuela de Ciencias Geológicas de la Universidad de Edimburgo, explicó que el Enalioetes schroederi ofrece nuevos conocimientos sobre la evolución de los metriorrínquidos en el Cretácico, mostrando adaptaciones avanzadas para la natación rápida, como ojos más grandes y oídos internos más compactos.
El espécimen tiene una historia notable, pues fue dado inicialmente para su preparación y estudio a Henry Schroeder del Servicio Geológico Prusiano en Berlín, y tras ser considerado perdido durante la Segunda Guerra Mundial, fue redescubierto años después en el Museo de Minden, en el oeste de Alemania.
Actualmente, el fósil es una de las piezas más valiosas de la colección del museo.