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Por Edarty Ramírez
En el marco del Día Internacional de las Mujeres Indígenas, la expresidenta municipal de Tlacoachistlahuaca, Yared Sarahí Pineda Arce, junto con Saudí Mendoza Victoriano, regidora presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas y Afromexicana, denunciaron públicamente que la discriminación hacia las mujeres indígenas persiste y ha sido normalizada incluso entre las autoridades.
Pineda Arce señaló que las agresiones se disfrazan en los medios de comunicación al mencionar el origen de las personas en las publicaciones para denigrarlas y desacreditarlas, ejemplificando el odio constante que la presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, recibe a diario.

Por su parte, Mendoza Victoriano resaltó que las mujeres indígenas enfrentan adversidades cotidianas, como discriminación, matrimonios forzados y desprecio por su vestimenta tradicional y por su lengua. Subrayó que “existimos porque resistimos”, y que cada acto de mantenerse firmes frente al machismo y la exclusión representa una forma de resistencia.
Ambas coincidieron en la necesidad de visibilizar estas prácticas y de trabajar para que en Guerrero se reconozca la voz, la lucha y la grandeza de las mujeres indígenas.
A pesar de los avances en la integración y dignificación de las mujeres indígenas en México, el 75 % de ellas aún enfrenta discriminación, según el estudio realizado en diciembre de 2024 por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y el Colectivo Colibrí, titulado “Mujeres indígenas y afromexicanas: recomendaciones interculturales y antirracistas frente a las violencias múltiples”, vigente hasta septiembre de 2025.
El estudio destaca que en Guerrero existe un racismo institucional latente, que se refleja en:
- La falta de intérpretes en procesos judiciales y de salud.
- Empleos precarios y desalojos de espacios económicos, aun contando con permisos municipales.
- Atención médica limitada, con decisiones en embarazos y partos tomadas sin consulta previa ni acompañamiento adecuado.
- Persistencia de feminicidios, muertes maternas, violencia económica y sexual, que afectan de manera constante a las mujeres indígenas.
Autoridades, mujeres indígenas y colectivos coincidieron en la urgencia de visibilizar estas problemáticas y garantizar derechos plenos a las mujeres indígenas.