Table of Contents
Chilpancingo, Guerrero.— La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, consideró necesario que el Congreso del Estado de Guerrero revise la lista de efemérides y días cívicos oficiales, luego del acto conmemorativo organizado el domingo pasado por el 117 aniversario del natalicio del exgobernador Rubén Figueroa Figueroa, figura señalada por su papel represivo durante la llamada “guerra sucia” en la entidad.
“Pregunté por qué había sido, y me dicen que está en los días cívicos de Guerrero. Y pues sí, se conmemora a héroes y heroínas, pero creo que el Congreso debe revisar si esta persona debe estar en esa lista”, declaró la mandataria federal al ser cuestionada sobre el tema. Añadió que Figueroa “fue una persona que se caracterizó por la represión al pueblo de Guerrero, entre otras cosas”.
El acto oficial en honor al exmandatario estatal generó una amplia controversia social y política, al ser interpretado como una reivindicación a un periodo histórico marcado por desapariciones forzadas, asesinatos y persecuciones contra activistas, campesinos y estudiantes.
Ante la indignación de organizaciones sociales y víctimas, la Secretaría de Cultura de Guerrero (Secultura) justificó la ceremonia con base en la Ley 761 sobre Símbolos de Identidad y Permanencia, vigente desde 2018, pero sin ofrecer disculpas públicas. No obstante, la directora general de Actividades Cívicas, Yareli Muñoz López, fue cesada de su cargo.
En un comunicado, la dependencia encabezada por Aída Melina Martínez Rebolledo afirmó que el episodio debía servir para “reflexionar sobre cómo los valores, las memorias y las identidades se expresan en la vida pública del estado”, y anunció una revisión del marco jurídico para que “refleje los valores democráticos, sociales y culturales que hoy guían la vida pública de Guerrero”.
Durante el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa (1975-1981), el ejército, encabezado por el mayor Arturo Acosta Chaparro, desplegó una campaña antiguerrillera que dejó un alto número de víctimas, principalmente en comunidades rurales de la Sierra de Atoyac. El pronunciamiento de la presidenta Sheinbaum se suma a las críticas de activistas que exigen al gobierno estatal revisar los homenajes y símbolos públicos vinculados con responsables de violaciones a derechos humanos.
