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“Presidente, presidente”, gritó el pueblo de Copala, Guerrero quien exigió justicia para Salvador Villalba Flores, alcalde electo de este municipio costero, asesinado el 17 de junio en el puerto de Acapulco.
A la calle Matamoros de la colonia Barrio Nuevo llegaron arreglos florales con las condolencias de familiares, amigos, simpatizantes y compañeros de trabajo de la Secretaría de Marina (Semar) del Capitán de Fragata retirado.
El cortejo fúnebre partió del domicilio de “Chava Loco”, como también lo conocían en la región Costa Chica.
Una multitud partió en punto de las 16 horas hacia el panteón nuevo municipal. Tres reverencias frente al que fue su hogar, enfrente del féretro que era cargado por ocho de sus familiares y amigos, una cruz de madera que guió el camino hacia el lugar donde descansará.
Después de cinco paradas en los sitios importantes para “Chava”, su cortejo fúnebre llegó al Ayuntamiento municipal, en donde Salvador fue aplaudido.
Al llegar al camposanto de la localidad, una banda de viento acompañó el último adiós del alcalde electo del partido local México Avanza.
Ahí, sus cercanos y ex veteranos de la Marina le dieron el último pase de lista. Lo recordaron como un hombre gentil, noble y amoroso con su familia.
