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Ante la evolución de la tormenta tropical Dalila, el gobierno del estado de Guerrero ha declarado sesión permanente del Consejo Estatal de Protección Civil, encabezado por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. La mandataria aseguró que, aunque el fenómeno no se convertirá en huracán, las lluvias y vientos fuertes continuarán, particularmente durante el fin de semana, afectando a municipios clave de la región Costa Grande como Acapulco, Coyuca de Benítez y Atoyac.
Desde las instalaciones del C5 en Chilpancingo, Salgado encabezó una reunión de evaluación y coordinación en tiempo real con autoridades de los tres niveles de gobierno, incluyendo a la Secretaría de Seguridad Pública, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, así como alcaldes y presidentes municipales.
El meteorólogo Fermín Adame, durante la sesión informativa transmitida en vivo, explicó que Dalila se formó oficialmente como tormenta tropical tras alcanzar vientos sostenidos de 64 km/h, y a las 11:00 horas de este jueves fue ubicada a 300 km de Acapulco. Según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, se espera que su mayor impacto ocurra durante el sábado, cuando sus bandas nubosas generarán lluvias de intensidad fuerte a torrencial en la franja costera del estado.
“No será huracán, eso está confirmado”, afirmó Adame. Explicó que aunque Dalila mantendrá su categoría de tormenta tropical, impulsará humedad significativa hacia las costas guerrerenses. También se prevé la presencia de oleaje elevado y vientos sostenidos entre 50 y 60 km/h, con rachas de hasta 75 km/h.
El sistema, que actualmente se desplaza al noroeste a 17 km/h, comenzará a debilitarse gradualmente conforme se acerque a aguas más frías frente a las costas de Michoacán y Jalisco, lo que evitará su intensificación y, por tanto, su impacto directo en tierra.
La gobernadora informó que desde días previos se mantienen reuniones diarias para monitorear el fenómeno. La sesión permanente implica la activación de todos los protocolos de prevención, atención y respuesta inmediata en coordinación con municipios y dependencias federales.
“Nos mantenemos en alerta, pero sin entrar en pánico. La población debe tener claro que se trata de una tormenta tropical, no de un huracán. Sin embargo, su peligrosidad radica en las lluvias intensas y los vientos”, recalcó la mandataria.
El secretario de Seguridad Pública, Josué Barrón, detalló que personal de la policía estatal realiza perifoneo en las zonas más vulnerables, alertando a la población sobre las recomendaciones de seguridad. También se mantienen vigilados los puntos críticos identificados en años anteriores por riesgo de deslaves y derrumbes.
En tanto, el secretario de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, informó que se han activado 582 refugios temporales en todo el estado, de los cuales 39 se encuentran en Acapulco, con capacidad para albergar a 120 mil personas. Estos espacios ya cuentan con insumos básicos como colchonetas, cobijas y kits de limpieza.
Uno de los mensajes insistentes durante la sesión fue la importancia de la información verificada y oficial. Salgado y su equipo alertaron sobre la circulación de videos y mensajes falsos relacionados con huracanes pasados como Otis, que no corresponden a la situación actual.
“La infodemia también puede ser peligrosa”, señaló el secretario Josué Barrón. “Seguir rumores o canales no oficiales puede generar caos innecesario.”
En su intervención, Salgado reiteró cinco recomendaciones clave para la población:
- No cruzar ríos ni arroyos crecidos.
- Tener lista una mochila de emergencia.
- Revisar el plan familiar de Protección Civil.
- Informarse únicamente por fuentes oficiales.
- Evitar compartir noticias falsas.
Además, llamó a evitar compras desmedidas o pánico innecesario. Aseguró que todas las rutas y cadenas de suministro se mantienen operando con normalidad y no se prevé escasez de insumos.
Según las autoridades, el mayor impacto se prevé en Acapulco, donde se esperan lluvias intensas, caída de árboles, deslaves y vientos sostenidos. Las playas están cerradas y se restringe la navegación menor.
Asimismo, en Coyuca de Benítez y Atoyac, donde las lluvias torrenciales podrían causar escurrimientos peligrosos y afectaciones en comunidades rurales.En cuanto a la región de la Sierra y Montaña, aunque en menor medida, se vigilan puntos de riesgo por posibles deslaves.
En colonias vulnerables de Acapulco y otros municipios costeros, brigadas de Protección Civil recorren casa por casa para alertar a la población y coordinar evacuaciones preventivas en caso necesario.
El meteorólogo Adame informó que las condiciones podrían mejorar a partir del lunes 16 de junio, cuando se espera que Dalila se aleje definitivamente de las costas mexicanas. Para ese entonces, el sistema ya habría comenzado su debilitamiento progresivo sin haber tocado tierra.
Mientras tanto, las autoridades reiteraron que el operativo de vigilancia y atención se mantendrá activo las 24 horas.
“Tenemos un equipo permanente desplegado en todo el estado, monitoreando minuto a minuto. Estamos listos para actuar ante cualquier emergencia”, enfatizó Salgado.