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Diversos colectivos ciudadanos convocaron a una asamblea abierta en el Jardín del Puerto, ubicado en el malecón de Acapulco, con el objetivo de defender este espacio público como un lugar destinado a la naturaleza, la memoria y la cultura, frente a lo que consideran un proceso irregular de comercialización.

La convocatoria, difundida en carteles y redes sociales, cita a la población para el miércoles 20 de agosto a las 17:30 horas y para el sábado 23 de agosto a las 18:00 horas. En el evento, se propone la construcción simbólica de un jardín como expresión de paz y arte. Bajo el lema “Queremos jardines, no cemento”, los organizadores llamaron a mantener el área como un punto de encuentro comunitario, contrario a su conversión en un corredor comercial.

La movilización surge tras las denuncias sobre presuntas irregularidades en la licitación impulsada por la Administración del Sistema Portuario Nacional de Acapulco (ASIPONA). De acuerdo con los lineamientos oficiales, publicados el 29 de julio, los resultados de las propuestas técnicas y económicas se darán a conocer hasta octubre; sin embargo, ciudadanos han reportado la colocación anticipada de publicidad de una empresa privada dentro del espacio, lo que ha generado cuestionamientos sobre la transparencia del proceso.
Organizaciones locales señalaron que el proyecto de rehabilitación contempla 17 locales comerciales, un anfiteatro, plazoleta y salón de eventos, pero que solo 128 metros cuadrados se destinarán a exposiciones culturales. Para los colectivos, esto contradice la promesa federal de priorizar la cultura en ese espacio.
El Jardín del Puerto, de 5,527 metros cuadrados frente a la Terminal Marítima, fue presentado como un lugar para la memoria y el arte. Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum declaró en noviembre de 2024 que no sería convertido en centro comercial. Ante la polémica, recientemente aseguró que revisará el caso con Fonatur.
Mientras tanto, la ASIPONA argumenta que los ingresos por la renta de locales permitirán mantener el espacio en condiciones de autosuficiencia, y garantiza que el acceso al jardín será gratuito. Pese a ello, vecinos y artistas reiteran que defenderán el lugar como símbolo urbano y cultural, y que exigirán respeto al calendario de licitación.
La asamblea ciudadana del 23 de agosto buscará, de acuerdo con los convocantes, establecer un pronunciamiento común frente a lo que consideran un intento de privatización del espacio público.