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El secuestro de cuentas de WhatsApp mediante el uso del número telefónico del usuario y técnicas de ingeniería social para obtener códigos de verificación, ha visto un alarmante aumento en América Latina, según un reporte reciente de ESET, s.r.o., compañía de software de ciberseguridad.
Este tipo de fraude cibernético, que ha crecido más del 650% en los primeros meses de 2024 comparado con el período homólogo del año anterior en México, está afectando significativamente la seguridad digital en la región.
Los ciberdelincuentes generalmente inician el secuestro de la cuenta de WhatsApp al registrar el número de teléfono de la víctima en otro dispositivo. Posteriormente, engañan a la persona para que proporcione el código de verificación recibido por SMS.
Una vez en control de la cuenta, los estafadores pueden acceder a la lista de contactos y al historial de conversaciones, y potencialmente solicitar dinero o información personal bajo falsas identidades.
Para contrarrestar este tipo de ataques, ESET recomienda la activación de la autenticación en dos pasos en todas las cuentas digitales, especialmente en aplicaciones de mensajería como WhatsApp. Esta medida de seguridad añade una capa de protección adicional al requerir un código de acceso personalizado junto al código de verificación por SMS.
Los expertos también aconsejan evitar el uso de redes Wi-Fi públicas para acceder a cuentas personales, cambiar regularmente las contraseñas, y mantener una vigilancia constante sobre los dispositivos móviles.
En Colombia y Argentina, los estafadores han adaptado sus métodos para parecer más convincentes, usando pretextos como soporte técnico o información sobre vacunación COVID-19 para obtener los códigos de verificación.
En Honduras, los ataques han involucrado estafas con ofertas de divisas a precios reducidos, utilizando números de conocidos previamente hackeados para aumentar la credibilidad de sus engaños.
uan Carlos Contreras Vargas, durante una conferencia en la Universidad Autónoma de Guadalajara, destacó la importancia de la educación y la conciencia sobre seguridad cibernética como herramientas clave para evitar ser víctima de estos delitos.
Además, subrayó la necesidad de un marco jurídico robusto que respalde la lucha contra el cibercrimen, dado que muchas de estas actividades aún no están adecuadamente reguladas en varios países.
Con el crecimiento continuo del uso de Internet y aplicaciones móviles en América Latina, la amenaza del secuestro de cuentas de WhatsApp y otros fraudes cibernéticos sigue en aumento.
La implementación de medidas preventivas, junto con una cooperación más estrecha entre entidades gubernamentales, proveedores de tecnología y usuarios, se presenta como esencial para mitigar estos riesgos y proteger la integridad digital de los ciudadanos.
