Skip to content

Colectivos laborales marchan del Zócalo al Senado; exigen jornada laboral de 40 horas

Los manifestantes criticaron la postura gradualista del gobierno y la falta de acción de Morena, que, aseguran, “traiciona a la clase trabajadora”.

Mucha pinche chamba, protestas.

Table of Contents

Ciudad de México. Decenas de trabajadores y colectivos sociales se movilizaron este domingo desde el Zócalo hasta las instalaciones del Senado, en una marcha para exigir la reducción inmediata de la jornada laboral a 40 horas, sin medidas graduales. La protesta, que congregó a unas cien personas, fue una manifestación pacífica que recorrió las principales calles del Centro Histórico y Paseo de la Reforma, bajo banderas y consignas de rechazo a lo que consideran una dilación injustificada de la reforma laboral.

Eduardo Alanís, miembro del Frente Nacional por las 40 Horas, destacó la falta de avances en el Senado y la Cámara de Diputados sobre la iniciativa. En entrevista, calificó como “un error histórico” que se busque implementar la medida de forma escalonada y cuestionó la postura de la presidencia, que ha favorecido una implementación gradual.

“Reducir la jornada laboral es una exigencia urgente para la clase trabajadora, no podemos esperar más. Esta es una deuda histórica que ha sido pospuesta por intereses políticos, y los legisladores no tienen excusas para no aprobarla de inmediato”, afirmó Alanís.

Los manifestantes expresaron su descontento por lo que consideran una falta de voluntad política, particularmente por parte de Morena, el partido que ostenta la mayoría en el Congreso y que se autodenomina defensor de los derechos de los trabajadores.

“Morena, que dice representar a la clase trabajadora, está demostrando que lo suyo es una continuidad del modelo neoliberal”, señaló Alanís. “Si realmente estuvieran del lado de los trabajadores, esta reforma ya habría sido aprobada. Pero lo que vemos es que están más preocupados por los intereses empresariales que por las necesidades de la gente”.

Mauricio, integrante del Frente Memero Subversivo, también se pronunció en contra de la postura gradualista del gobierno y denunció que la propuesta busca favorecer a los empresarios. “Es indignante que la Presidencia quiera ponerle ‘peros’ a una reforma que es urgente para millones de trabajadores. Lo que quieren es simular que se hace algo, pero en realidad el poder económico sigue manejando la agenda”, indicó.

El argumentario central de los manifestantes gira en torno a los beneficios que la reducción de la jornada laboral tendría tanto para los empleados como para la productividad. Según los organizadores, la medida no solo mejoraría las condiciones de vida de los trabajadores, sino que también incrementaría su eficiencia y concentración, ya que estarían menos agotados y podrían equilibrar su vida personal y profesional.

“No hay evidencia que sugiera que recortar la jornada afecte la productividad. Al contrario, los trabajadores descansados son más productivos”, explicó Alanís. “Si los empresarios realmente lo entendieran, no verían esta reforma como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar la calidad de trabajo y la competitividad”.

Andrés, uno de los participantes en la marcha, hizo un llamado a no dejar que los intereses políticos sigan bloqueando los derechos laborales. “Es fundamental que nos sigamos movilizando, porque los legisladores están poniendo sus intereses por encima de las necesidades del pueblo. Ellos deben representarnos, no a las grandes empresas”, comentó.

Los manifestantes concluyeron su marcha frente al Senado con un mensaje claro: no se trata solo de una reforma, sino de una lucha por la justicia social y el reconocimiento de los derechos de los trabajadores mexicanos.

Latest