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El Parlamento de Bulgaria aprobó este viernes, por unanimidad de los 227 diputados presentes, la dimisión del Gobierno encabezado por el conservador Rosen Zhelyazkov, presentada un día antes en medio de una ola de protestas contra la corrupción. La caída del Ejecutivo abre el camino a las que serían las octavas elecciones generales desde 2021.
El Gabinete tripartito —integrado por el conservador GERB, el Partido Socialista Búlgaro y el populista ITN— llevaba apenas once meses en el poder y gobernaba en minoría con el respaldo externo de DPS-Nuevo Comienzo, formación dirigida por el oligarca Delyan Peevski, sancionado por Estados Unidos y Reino Unido por presuntos actos de corrupción.
La dimisión llegó tras semanas de movilizaciones que reunieron a cientos de miles de personas desde finales de noviembre. Lo que comenzó como un rechazo al proyecto de presupuesto de 2026 —que proponía aumentos fiscales y recortes en el gasto social— evolucionó hacia una protesta más amplia contra la influencia atribuida a Peevski en el Ejecutivo, el poder judicial y los servicios de seguridad.
El descontento también alcanzó al líder de GERB y ex primer ministro Boyko Borisov, quien gobernó de 2009 a 2020, así como al malestar económico generado por la inflación, la pérdida de poder adquisitivo y el temor de que la adopción del euro en enero agrave todavía más la situación.
Con la renuncia ya formalizada, la Constitución obliga al presidente, Rumen Radev, a iniciar consultas y ofrecer hasta tres mandatos para intentar formar Gobierno, comenzando por GERB, el partido más votado. Sin embargo, Borisov anunció que no buscará apoyos y, en un Parlamento altamente fragmentado, ninguna de las otras seis fuerzas parece capaz de articular una mayoría.
Si los tres intentos fracasan, Radev deberá nombrar un Ejecutivo interino y convocar elecciones anticipadas.
Borisov —ausente en la votación, al igual que Peevski— adelantó además que GERB no impulsará el proyecto de presupuesto para 2026. Esto significará que Bulgaria ingresará a la eurozona el próximo 1 de enero con el presupuesto de 2025 prorrogado.
El presidente deberá elegir al próximo primer ministro interino de una lista de diez altos cargos. Según la prensa búlgara, la favorita es Raya Nazaryan, presidenta del Parlamento y figura destacada de GERB. De acuerdo con los plazos legales, las nuevas elecciones se celebrarían previsiblemente en marzo.
