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Habitantes de comunidades indígenas y afromexicanas de los municipios de Marquelia y San Luis Acatlán, en la Costa Chica de Guerrero, bloquearon este martes desde las 06:30 horas el puente de Marquelia, sobre la carretera federal Acapulco–Pinotepa Nacional. La protesta fue convocada por autoridades comunitarias y el Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), quienes demandan un censo inmediato y apoyos para atender los daños provocados por el huracán Erick, que impactó la región el pasado 19 de junio.
Los manifestantes colocaron piedras, ramas y lonas para cerrar el paso vehicular, afectando el libre tránsito en la zona. En su pronunciamiento público, acusaron a los gobiernos federal, estatal y municipal de mantener una política de “desprecio, simulación y despojo” hacia los pueblos originarios y denunciaron que hasta el momento no han recibido apoyo real para reconstruir viviendas, caminos, escuelas ni centros de salud.
Entre las demandas expresadas en el documento difundido por los pobladores, destacan: “Censo inmediato y completo de daños en todas las comunidades; reconstrucción de escuelas, auditorios y viviendas; reparación urgente de caminos, calles y carreteras; atención médica con personal, medicinas y funcionamiento de los centros de salud; y apoyo directo a la agricultura, que es la base de nuestra supervivencia”.
Los inconformes subrayaron: “No estamos pidiendo favores, migajas ni buscando beneficio personal; estamos exigiendo nuestros derechos colectivos: educación, salud, vivienda, alimentación, transporte, trabajo y justicia”. Además, exigieron la presencia de la gobernadora Evelyn Salgado y del delegado federal de programas de Bienestar en Guerrero, Iván Hernández, para sostener un diálogo directo y tomar acuerdos firmados con nombre, fecha y compromiso.
En sus palabras: “No aceptamos más comisiones sin poder ni visitas de funcionarios sin capacidad de decisión… no levantaremos el bloqueo hasta que llegue una autoridad con poder resolutivo… esto no es solo por nosotros, es por nuestras hijas e hijos, por nuestras comunidades, por la vida digna que todos merecemos… porque la dignidad no se negocia, se ejerce”.
Las comunidades criticaron también la narrativa oficial que presume estabilidad y control del territorio: “Nos quieren hacer creer que no pasa nada, que los cárteles están acorralados, que las desaparecidas son invento de la oposición. Pero aquí está la realidad: hay hambre, hay miedo, hay abandono, hay muerte”.
El bloqueo continuará, advirtieron, hasta que las autoridades respondan con acciones concretas y visibles, más allá de promesas o visitas protocolarias.