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Con 30 votos a favor, de Morena, aliados y del PRI, siete en contra y cero abstenciones, se probó la reforma que establece constitucional que el Estado, al fomentar la actividad agropecuaria y forestal para el óptimo uso de la tierra, sea “libre de cultivos y semillas de maíz transgénicas y todas aquellas genéticamente modificadas”.
Los diputados aprobaron en la Comisión de Puntos Constitucionales las reformas a los artículos constitucionales 4 y 27 sobre la Ley de Agua, alimentos, y protección al medio ambiente, referentes a los temas relativos al maíz transgénico, el agua, concesiones de minería y el fracking o fracturamiento hidráulico.
Se detalla que no se otorgarán concesiones ni ningún otro instrumento jurídico para la exploración, explotación, beneficio, uso o aprovechamiento de minerales, metales o metaloides en minería a cielo abierto.
Además, que la prestación del servicio establecido en el inciso a) de la fracción III del artículo 115 de la Constitución (relativo al agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales) los municipios podrán reconocer, autorizar, coadyuvar, vigilar y revocar la participación de las organizaciones comunitarias sin fines de lucro que realizan la gestión y la prestación de los servicios de agua y saneamiento, en los términos que fije la ley.
Los diputados propusieron 14 reservas, seis del PR, seis de Movimiento Ciudadano (MC), una del PAN y una de Morena por la diputada Irma Juan Carlos, la cual al artículo 4 Constitucional y al quinto transitorio del artículo 27 que señala precisiones técnicas sobre los procesos de organismo genéticamente modificados como el maíz transgénico, la cual fue la única aprobada.
Por su parte, Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, afirmó que su partido apoyaría la iniciativa, sin embargo, interpuso algunas reservas entre ellas, la referente el maíz transgénico, la única reserva aprobada por los legisladores.
“En lo general, vamos a favor. Nosotros creemos que debe haber un medio ambiente. Porque creemos que tenemos que garantizar, por ejemplo, que no desaparezca la gran riqueza que en muchas partes del país tenemos del maíz, y que la introducción de los transgénicos va a terminar destruyendo esa riqueza, y que puede tener efectos en la salud de las personas”, detalló.
Por otro lado, el diputado del PAN, René Figueroa, ejemplificó con la gestión del agua, que son reformas cortas y sin visión estratégica, por lo que afirmó que no apoyarán la iniciativa.
“Los retos que enfrentamos en materia de desabasto de agua para diversos usos y garantizar el consumo humano, siguen incrementándose y este gobierno no ha logrado poner un política de gestión eficiente para un uso racional del agua, ya que si bien su primer objetivo es asegurar su 100% de acceso a la calidad y en cantidad suficiente para las personas, no se ha planteado una política seria y realista para que actividades como la agricultura o la industria también la utilicen de forma sustentable.
Por su parte, la diputada de Morena, Adriana Bustamante Castellanos, resaltó que con esta reforma se recobrará la soberanía nacional que durante los gobiernos priistas se entregaron a empresas extranjeras.
“Hoy, después de décadas de políticas neoliberales, que en la época de los priistas entregaron nuestros recursos naturales a manos de empresas extranjeras, estamos a punto de votar a favor para recobrar nuestra soberanía nacional, a favor de recuperar nuestro territorio, el territorio de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, que ha sido saqueado y explotado indiscriminadamente empresas mineras, y que han sido también afectados por las semillas de maíz transgénico”, detalló.
La iniciativa pasará a la Mesa Directiva y posteriormente a será discutida en el Senado de la República para su probable aprobación cuando inicie la próxima legislatura en septiembre.