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Ciudad de México – La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reaccionó este viernes 10 de octubre al anuncio del Premio Nobel de la Paz otorgado a la líder opositora venezolana María Corina Machado, adoptando una postura de estricta neutralidad diplomática.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum Pardo se limitó a invocar los principios fundamentales de la política exterior mexicana, evitando un respaldo explícito a la causa de Machado o una crítica al gobierno de Nicolás Maduro.
"Siempre hemos hablado de la soberanía y de la autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción, sino porque así lo establece la Constitución y me quedaría hasta ahí el comentario", declaró la mandataria.
Reconocimiento a la lucha democrática
La postura de Sheinbaum contrasta con el carácter político y moral del galardón. María Corina Machado, inhabilitada para competir en las elecciones venezolanas, fue reconocida con el Nobel por su persistente trabajo en la promoción de los derechos democráticos, y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia.
El Comité Nobel destacó que la líder opositora cumple con los tres criterios establecidos por Alfred Nobel:
1. Ha logrado unir a la oposición de su país en torno a su figura.
2. Ha resistido sin titubear la militarización de Venezuela.
3. Ha mantenido un firme apoyo a una transición pacífica.
México: la tradición de la no intervención
La cautelosa respuesta de la presidenta Sheinbaum se alinea con la tradicional doctrina de no intervención y autodeterminación de los pueblos que ha marcado la política exterior de México, particularmente durante la administración previa. Este principio busca evitar pronunciamientos que puedan ser interpretados como injerencia en los asuntos internos de otras naciones, incluso en casos de crisis democráticas o violaciones a derechos humanos.
Al limitarse a citar el marco constitucional, la presidenta Sheinbaum evita tensar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Venezuela, con el que México mantiene lazos a pesar de la condena internacional al régimen de Maduro. La respuesta subraya la intención del nuevo gobierno mexicano de manejar con extrema prudencia los temas sensibles de la región.