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El primer ministro de Nepal, K.P. Sharma Oli, renunció en medio de una ola de protestas nacionales que se saldaron con 19 jóvenes muertos y cientos de heridos. Las manifestaciones, encabezadas por la llamada "Generación Z", estallaron por la corrupción gubernamental y un veto a las redes sociales.
La crisis se intensificó el martes 9 de septiembre de 2025, tras la violenta represión de las marchas. El gobierno había bloqueado plataformas como Facebook, Instagram y X, desatando la indignación de los jóvenes, quienes usaban estas redes para denunciar el nepotismo político y la falta de oportunidades.
Dimisiones y escalada de violencia
En menos de 24 horas, tres ministros dimitieron en protesta por la respuesta del gobierno. El ministro de Agricultura, Ramnath Adhikari, acusó al Ejecutivo de un "comportamiento dictatorial", mientras que el ministro de Juventud, Dig Bahadur Yadav, renunció tras el elevado número de víctimas.
A pesar de que la prohibición de las redes sociales se levantó, las protestas continuaron y se tornaron más violentas. Los manifestantes incendiaron el edificio del parlamento y las casas de políticos de alto rango, incluido el ex primer ministro Pushpa Kamal Dahal.
Las fuerzas de seguridad respondieron con balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua. La situación obligó a las autoridades a imponer toques de queda y desplegar al ejército en Katmandú.
Reacción internacional
La comunidad internacional ha condenado la represión. La Unión Europea pidió a las autoridades nepalesas una investigación independiente y transparente sobre las muertes y un "diálogo entre todas las partes" para resolver la crisis.