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Las autoridades de Washington D.C. continúan investigando el ataque armado contra dos integrantes de la Guardia Nacional de Virginia Occidental, mientras el caso comienza a ser utilizado en la arena política estadounidense ante la cercanía del proceso electoral.
En un comunicado, John Ratcliffe, exdirector de Inteligencia Nacional, aseguró que el presunto agresor, identificado por las autoridades como Lakanwal, es un ciudadano afgano que trabajó anteriormente con el gobierno de Estados Unidos en Afganistán, incluida la CIA, dentro de una fuerza asociada en Kandahar.
Ratcliffe afirmó que el sospechoso ingresó a Estados Unidos en 2021 bajo un programa de reubicación implementado tras la retirada militar del país asiático. Ninguna de estas afirmaciones ha sido confirmada públicamente por el Departamento de Estado o el Departamento de Seguridad Nacional.
“El traslado del presunto tirador fue justificado por su supuesto trabajo con el gobierno estadounidense, incluida la CIA”, acusó Ratcliffe, quien responsabilizó a la administración Biden de haber permitido su entrada al país tras la evacuación de Kabul.
La fiscal general Pam Bondi informó que una de las dos víctimas es una mujer que se había ofrecido como voluntaria para el despliegue en Washington D.C. “Ahora sus familias están en hospitales acompañándolos mientras luchan por su vida”, dijo. Bondi adelantó que su oficina buscará la pena de muerte contra el presunto tirador —una declaración que llega antes de que la fiscalía presente cargos formales y antes de que se conozca el estatus migratorio definitivo del sospechoso.
“Oremos por estos dos soldados”, señaló Bondi en una entrevista con Fox News, “pero también digo claramente que haremos todo lo posible por solicitar la pena de muerte contra ese individuo que, en mi opinión, no debería haber estado en nuestro país”.
El caso ha generado atención nacional no solo por la gravedad del ataque, sino por la rapidez con la que figuras políticas buscan situarlo en el debate sobre migración, seguridad nacional y los programas de reubicación de afganos que colaboraron con Estados Unidos tras la guerra. Hasta ahora, autoridades federales no han confirmado los presuntos vínculos del sospechoso con agencias de inteligencia ni las condiciones específicas de su llegada a territorio estadounidense.
La Guardia Nacional informó que los dos integrantes heridos permanecen en estado crítico. Mientras tanto, la Policía Metropolitana de Washington y el FBI siguen reuniendo evidencia para presentar cargos ante un juez federal en los próximos días