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Las inundaciones súbitas provocadas por el desbordamiento del río Guadalupe en el centro de Texas han causado al menos 51 muertos, incluidos 15 menores de edad, y mantienen desaparecidas a varias personas, entre ellas una veintena de niñas del campamento cristiano Camp Mystic. Las autoridades continúan las labores de búsqueda mientras se prevé que el número de víctimas aumente.
Entre los fallecidos se encuentra Julian Ryan, de 27 años, quien murió tratando de salvar a su familia cuando el agua alcanzó su vivienda en Ingram, Texas. También perdieron la vida dos hermanas, Blair y Brooke Harber, de 13 y 11 años, cuyo alojamiento fue arrastrado por la corriente; sus abuelos siguen desaparecidos. En el campamento Camp Mystic, las niñas Sarah Marsh, de 8 años, y Janie Hunt, de 9, también figuran entre las víctimas confirmadas.
Las inundaciones sorprendieron a numerosos turistas y residentes que pernoctaban cerca del río. Bobby y Amanda Martin, de 46 y 44 años, fallecieron cuando el agua arrasó su casa rodante, mientras que un nieto suyo y la pareja de este siguen sin ser localizados. En otro incidente, Katheryn Eads, de 52 años, murió tras ser arrastrada por el agua mientras intentaba huir con su esposo, quien logró sobrevivir.
La tragedia alcanzó también a Jane Ragsdale, directora del campamento Heart O’ the Hills, confirmada entre los fallecidos aunque no había menores hospedados en el recinto al momento del desastre. Las autoridades mantienen activo un operativo de rescate, conscientes de que la cifra de muertos podría aumentar conforme avancen las labores de localización.
Hasta el momento, el desastre ha dejado una profunda huella en comunidades de Texas y otras regiones cuyos familiares se encontraban en la zona afectada. La identificación de víctimas continúa mientras se busca a los desaparecidos y se evalúan los daños ocasionados por la histórica crecida del río Guadalupe.