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Adán Augusto López Hernández, coordinador de la bancada de Morena en el Senado ha sido un soberbio toda su vida, esa soberbia lo tiene ahora contra la pared en el caso de quien fuera su secretario de seguridad en el gobierno que encabezó en Tabasco entre 2018 y 2022.
La frase política: "la majestad no cae sola, arrastra consigo todo lo que toca", le viene bien al señor Augusto López porque su caída también arrastra a otros activos políticos que dependen de él, como la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, una de las más fuertes aspirantes a la gubernatura de Tabasco en 2030, donde tras una larga cadena de machismo político, ya es tiempo que una mujer gobierne esa entidad como viene siendo la tendencia nacional.
Siendo así, a la señora Yolanda le urge zafarse con mucha habilidad que, al parecer no la tienen sus asesores, de ese tóxico cobijo político que a la larga le dará problemas, sobre todo, porque del lado de Javier May, gobernador inquinoso de Tabasco, no tardan en apuntar sus baterías contra la intelectual dama que se atraviesa en sus planes futuristas.
La presencia de Hernán Bermudez requena en Morena, es una prueba irreprochable de que ese partido nació de las sobras de la putrefacción del viejo régimen. El mismo Adán Augusto es productos de esa cloaca. Ya en tiempos de las movilizaciones de López Obrador, a principios de los años noventas, don Adán era subsecretario B del gobierno de Manuel Gurría Ordóñez, un viejillo al que le gustaba garrotear perredistas. Adán era su apaga fuego. El pedante y también soberbio, Enrique Priego Oropeza era su jefe, actualmente preside el Tribunal Superior de Justicia de Tabasco, a la muy vieja usanza.
Él no concede entrevistas
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López Hernández, estuvo ayer en sus oficinas en el Senado, pero insistió en no formular ninguna declaración en torno al caso de Hernán Bermudez Requena, acusado de nexos con el narcotráfico y quien fue secretario de seguridad en el gobierno de Tabasco, que él encabezó entre 2018 y 2022.
"Él no concede entrevistas", fue la respuesta del equipo del también coordinador de la bancada guinda en el Senado a las muchas solicitudes de medios impresos y digitales que recibió para hablar de ese tema, que lo ha mantenido en el foco de la atención pública en los últimos días.
Pese a los evidentes nexos y protección que López Hernández le dio a Bermúdez Requena, los integrantes de su grupo parlamentario le han reiterado su respaldo y han expresado que saben que asistirá el domingo al Consejo Nacional de Morena.
La senadora Guadalupe Chavira, quien un día antes promovió una declaración de los 64 miembros de la bancada, para expresarle apoyo incondicional, reiteró que no hay prueba alguna que lo relacione con el crimen organizado.
La dirigencia nacional de Morena ha dicho que López Hernández no tiene nada qué aclarar, porque a quien se investiga es a su ex colaborador, dicen, pretendiendo encubrir con sofismas la deshonestidad, como si ese excolaborador se mandara solo.
En cualquier país democrático, humanista y civilizado del mundo, un político como Adán Augusto ya lo hubiesen hecho a un lado. Incluso, si tuviera los principios que según dice Morena que tienen, ya hubiese renunciado, porque como dijo la presidenta Claudia Sheinbaum, citando a su gurú político, ya saben quién: "para gobernador este país se necesita calidad moral". ¿Será tú?