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Villahermosa, Tabasco.- La vida cultural de Tabasco atraviesa uno de sus periodos más precarios en décadas. Trabajadores, promotores y gestores consultados denuncian que la política cultural del Gobierno estatal, encabezado por el morenista Javier May, ha reducido al mínimo las actividades, los apoyos y la operación cotidiana de instituciones que durante años sostuvieron la producción artística local.
El golpe más reciente ―y más simbólico―, señalan, fue la desaparición de más de 340 millones de pesos del presupuesto estatal aprobado para cultura en 2024, una cifra que dejó al sector “en estado de indigencia”, según diversas organizaciones locales. Espacios subutilizados, talleres cancelados, festivales y convocatorias suspendidos y trabajadores que hoy operan sin contratos estables conforman el panorama descrito por gestores culturales tabasqueños, quienes hablan de “mediocridad institucional” y “abandono absoluto”.
En ese contexto, el estado volvió a ocupar titulares nacionales esta semana, pero no por un plan de rescate cultural, sino por la polémica compra de miles de ejemplares de Grandeza, el nuevo libro del expresidente Andrés Manuel López Obrador, por parte del senador tabasqueño Adán Augusto López Hernández, coordinador de la bancada de Morena en el Senado.
Un gasto millonario en libros para regalo
El senador confirmó que adquirió miles de ejemplares del libro para repartirlos como obsequio de fin de año entre integrantes de su bancada y colaboradores. López Hernández ha ofrecido varias versiones sobre la magnitud del gasto.
Inicialmente, dijo que los 67 senadores morenistas habían aportado para la compra; después afirmó que él mismo, con ahorros personales, adquirió los ejemplares. También modificó la cifra total: primero se habló de 17.400 libros, luego de 6.700.
Libreros consultados señalan que Grupo Editorial Planeta, que publica Grandeza, ofrece descuentos máximos de hasta el 40% en compras en firme. Con ese cálculo, la primera versión —17.400 ejemplares— equivaldría a un gasto de más de 4,6 millones de pesos, mientras que la segunda —6.700 ejemplares— rondaría los 1,9 millones de pesos. En ambos escenarios, se trata de una compra millonaria de un libro que en librerías se vende en 448 pesos.
Fuentes de la editorial indican que la relación de la editorial con figuras políticas de la llamada Cuarta Transformación, entre ellos Paco Ignacio Taibo II, Fritz Glockner, Claudia Sheinbaum y el propio López Obrador. “Siempre queda la duda del conflicto de intereses —añade—, pero esto (la compra masiva) es una burla y una mentira”.
Un estado sin política cultural efectiva
El contraste entre el dispendio político de un senador tabasqueño que jamás se ha interesado por los tabasqueños y la indigencia presupuestal en el ámbito cultural ha provocado irritación entre creadores tabasqueños. “Mientras en el estado no hay recursos para pagar a talleristas profesionales, becas o espacios culturales básicos, un senador gasta millones en libros que no tienen utilidad educativa alguna”, lamenta un gestor del municipio de Centro, que pide anonimato por temor a represalias.
El gobierno de May, dicen los consultados, “ha reducido la cultura a propaganda y eventos improvisados”. Para evitar gastar en profesionales para la realización de talleres y espectáculos, echa mano de entusiastas improvisados que por migajas se presentan en lastimosos espectáculos que dan pena. Lo mismo habilita a funcionarios y trabajadores para que den talleres sobre cualquier ocurrencia de la que no son especialistas, al tiempo que recorta programas de formación artística, elimina becas y cancela circuitos de exhibición que durante años fueron semillero de músicos, bailarines, actores y artesanos del estado.
La falta de transparencia sobre el destino de los recursos presupuestados ha empeorado el clima. El sector exige explicaciones sobre los más de 340 millones de pesos que no llegaron a las instituciones culturales y reclama un plan de emergencia para evitar el deterioro irreversible de espacios como la Casa de Artes, el Ceiba, o los museos regionales. Tan solo el llamado Museo de Historia de Tabasco, en el centro histórico de Villahermosa, opera con extrema precariedad; tan así que los trabajadores cobran la entrada a la mano, como si fueran vendedores callejeros. El lugar patético, desde su vieja museografía hasta la falta de mantenimiento.
Agradar al jefe máximo
La controversia en torno al gasto de Adán Augusto López reaviva, además, la percepción de que la clase política tabasqueña utiliza la cultura como herramienta de lealtad interna dentro de Morena. “No se invierte en cultura, pero sí en agradar al jefe máximo”, expresa una promotora local, aludiendo a la influencia que el expresidente López Obrador mantiene sobre la estructura morenista.
La compra de Grandeza ocurre semanas después de que Planeta publicara el libro de la presidenta Claudia Sheinbaum, también adquirido en volumen por el senador para regalar en el Senado.
En Tabasco, mientras tanto, los creadores esperan algo más que gestos simbólicos. “No queremos libros para regalar —dice un escritor local—. Queremos presupuesto, queremos políticas serias, queremos que la cultura vuelva a existir”.
